Desde finales de los años 90, Judith Hitchman inició su camino en la Economía Social y Solidaria (ESS) como intérprete. Muy pronto, su trabajo la llevó a encontrarse con el movimiento por la soberanía alimentaria y a formar parte de Urgenci, la Red Internacional de Agricultura Sostenida por la Comunidad. Allí desempeñó primero el rol de asesora intercultural, luego responsable de incidencia política y más tarde presidenta.

Con el tiempo, Judith llegó a una convicción fundamental: para lograr verdaderamente la soberanía alimentaria, era necesario un cambio profundo de paradigma económico — y la respuesta estaba en la Economía Social y Solidaria. Desde entonces, dedicó más de dos décadas a construir el puente entre ambos movimientos.

Expresó esta visión por primera vez en el proceso europeo de Nyéléni, en un documento para la consulta regional de la ECA con la FAO (2011), y en la reunión general del IPC en 2013, además de representar a Urgenci en RIPESS Europa desde su creación.

Su trayectoria incluye contribuciones decisivas:

  • Participación en el grupo de trabajo de la FAO liderado por Pablo Tittonell para definir los Elementos de la Agroecología, asegurando que la ESS fuera incluida formalmente en Elementos de Agroecología de la FAO
  • Desarrollo progresivo de esta línea en la política de RIPESS Intercontinental y a través del Mecanismo de la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas del Comité de Seguridad Alimentaria de la ONU
  • Trabajo en la creación del Grupo de Trabajo de la ONU sobre ESS hasta 2024
  • Inclusión específica de la Declaración de la ONU sobre ESS en el documento de política del CFS sobre reducción de desigualdades en 2024
  • Garantizar la participación plena de RIPESS en el encuentro de Nyéléni en Sri Lanka, que reunirá a nuevos aliados en el proceso de soberanía alimentaria

Hoy, como presidenta emérita de Urgenci y co-coordinadora de RIPESS Intercontinental, Judith sigue cultivando esta visión: unir luchas, articular movimientos y consolidar la ESS como base esencial de la soberanía alimentaria.

El desafío nunca ha sido pequeño. El neoliberalismo global ha hecho de este puente una construcción larga y compleja. Pero Judith insiste: cada victoria, cada espacio conquistado en la agenda internacional, abre nuevas posibilidades para las comunidades campesinas, para los agricultores de CSA y para todas las personas que defienden la vida frente al mercado.

A Nyéléni, Judith llega con una maleta llena de aprendizajes, alianzas y esperanza. Su historia es la de alguien que ha logrado convertir el trabajo de incidencia en un viaje colectivo hacia un futuro más justo, solidario y sostenible.