*Noticia publicada originalmente, en inglés, en el sitio web de la OIT.
CIUDAD DE LUXEMBURGO (Noticias de la OIT) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) participó en la primera Cumbre Mundial de Gobiernos, celebrada del 9 al 11 de abril de 2025 en la ciudad de Luxemburgo. Organizada por el Ministerio de Trabajo de Luxemburgo, la Cumbre reunió a funcionarios gubernamentales, instituciones multilaterales y otras partes interesadas con el fin de explorar formas de promover la innovación social.
Rie Vejs-Kjeldgaard, Directora del Departamento de Empresas Sostenibles, Productividad y Transición Justa (ENTERPRISES) de la OIT, contribuyó al panel de alto nivel en la inauguración de la Cumbre. Destacó que la propia OIT es una innovación social centenaria, creada en 1919 con una estructura de gobernanza tripartita pionera. Esta estructura reúne a los actores de la economía real —trabajadores, empresas y gobiernos— para dar forma a las políticas y normas internacionales del trabajo. Señaló que la OIT, con sus 187 Estados miembros, reconoce la economía social y solidaria como motor de la innovación social para abordar los déficits de trabajo decente y promover la justicia social. Vejs-Kjeldgaard también destacó que los esfuerzos de larga data de la OIT por promover las cooperativas y la economía social y solidaria (ESS) en general han fomentado la diversidad, la resiliencia y la sostenibilidad a nivel empresarial, al tiempo que han impulsado una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos.
Simel Esim, jefa de la Unidad de Economía Cooperativa, Social y Solidaria (COOP/SSE) de la OIT y presidenta del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria (UNTFSSE), hizo hincapié en la necesidad de contar con una terminología común, estadísticas sólidas y políticas públicas coordinadas para promover la innovación social. Señaló que la definición de economía social y solidaria, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en 2022 y reafirmada en resoluciones posteriores de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se ha convertido en un punto de referencia clave para el desarrollo de marcos jurídicos, normativos y estadísticos. Esim también destacó el liderazgo de la OIT en el fortalecimiento de la visibilidad estadística a través de dos grupos de trabajo técnicos: uno con el Comité para la Promoción y el Avance de las Cooperativas (COPAC), centrado en la medición de la contribución económica de las cooperativas, y otro con el UNTFSSE, destinado a desarrollar metodologías para las estadísticas sobre la ESS en general.
Subrayó que lo que hace que las innovaciones sociales sean significativas —y dignas de ser ampliadas— es el grado en que sus agentes, medios y fines son sociales. Las innovaciones sociales, señaló, son más transformadoras cuando se generan de forma colectiva y democrática, cuando reorganizan las relaciones sociales para ampliar las capacidades y reducir las desigualdades, y cuando se orientan hacia el bien común de las generaciones presentes y futuras. Reiteró el compromiso de la OIT de apoyar a los Estados Miembros y a los interlocutores sociales en la creación de entornos propicios basados en los fundamentos normativos de la OIT.
La Cumbre concluyó con la adopción de la Declaración de Luxemburgo: Configurar el futuro de la innovación social, que esboza un enfoque de la innovación social basado en los derechos, sensible al contexto e inclusivo —en particular de las mujeres de las zonas rurales, los jóvenes, las personas con discapacidad y las personas en situaciones vulnerables— y que busca beneficiar a todos los sectores de la sociedad, promoviendo al mismo tiempo una cultura de la diversidad, la igualdad y la inclusión. La Declaración recuerda la Declaración de Fortaleza del G-20 sobre el papel que la ESS podría desempeñar en la generación de empleo de calidad, la promoción de condiciones de trabajo justas y el apoyo a la sostenibilidad medioambiental en el marco de procesos de transición justa. Reconoce la contribución de la ESS a la innovación social y su creciente importancia, haciendo referencia a textos como la resolución de la OIT sobre el trabajo decente y la ESS (2022) y las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la promoción de la ESS para el desarrollo sostenible (2023, 2024). Entre las medidas prioritarias identificadas figuran la promoción de entornos propicios, la financiación y la medición adaptadas, así como el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos.
*Noticia publicada originalmente, en inglés, en el sitio web de la OIT.
