El Covid 19 en América Latina y el caribe al igual que en todo el globo terráqueo ha generado un gran impacto social, económico y sanitario, que ha cobrado miles de muertes y una profunda recesión, la pandemia COVID 19, no es la causa, por el contrario lo que ha puesto de manifiesto es la fragilidad del modelo económico capitalista, ha agravado sus numerosas desigualdades y ha trasmutado las dificultades crónicas en una crisis aguda que exige atención urgente.

 

Los diversos países tomaron acciones sanitarias para la prevención de la pandemia, sin embargo es necesario considerar que las medidas contra el Covid 19 deben ir más allá de acciones cortoplacistas y buscar adoptar medidas políticas, económicas, sociales en la búsqueda de poner en el centro a las personas y no al capital, como se ha venido haciendo hasta el momento. Si esto no es posible, seguramente seguiremos igual o peor, porque el modelo económico imperante no cambiará y el ser humano tampoco. Es increíble que necesitemos una situación apocalíptica como esta, para entender el mundo que habitamos y saber quiénes somos. Sobre la economía, la acción sin sentido de los poderosos y el insistir en el modelo neoliberal, continuarán con su codicia exacerbada, su ambición desmedida y su avaricia indecente, para seguir dominando a ultranza el mundo.

 

La economía solidaria es una fuerza transformadora a nivel global, que tiene por objetivo obtener cambios sociales, económicos y democráticos  que beneficien a los menos favorecidos del planeta. La economía solidaria lucha a diario por minimizar las desigualdades, mejorar las condiciones de millones de habitantes del planeta y busca una economía más justa y equitativa.

Las previsiones dadas por organizamos multilaterales en terminar la pobreza en el año 2030 se ven muy lejanas toda vez que la presencia del Covid-19 empeoro las estadísticas y de acuerdo a los diversos estudios se prevé  que esta pandemia provocara entre ochenta y ocho millones (88.000.000) y hasta ciento cincuenta millones (150.000.000) de personas a la pobreza extrema al finalizar el año 2021, según el trabajo Poverty and Shared Prosperity Report (Informe sobre pobreza y prosperidad compartida), que se publica cada dos años. Esa tasa representaría una regresión a la registrada en 2017, que fue del 9,2 %. Si la pandemia no hubiera convulsionado el mundo, la tasa de pobreza habría descendido al 7,9 % en 2020, según se preveía. Esta situación hace que tengamos que buscar otros mundos posibles y la respuesta ha sido efectiva por parte de las organizaciones de la economía solidaria a nivel global.

 

La economía solidaria que silenciosamente a tenido como objetivo reconstruir una nueva forma de hacer economía, lo que implica rehacer con identidad, redefinir el modelo de desarrollo hacia uno firmemente sustentado en los derechos humanos y tener en cuenta la dimensión ambiental, en consonancia con los Objetivos de la Agenda 2030.

Hay que aclarar que no podemos hablar de un post Covid 19, toda vez que las nuevas variantes, han hecho que en muchos lugares del mundo se vuelva incluso a las cuarentenas obligatorias, de manera que podemos decir, es que estamos en algunos lugares en post cuarentena y que todas las acciones deben dirigirse a buscar nuevas formas de hace economía y del buen vivir de las comunidades,

La economía social y solidaria, como concepto y propuesta de transformación social, se ha colocado, progresivamente en diversas acciones y coadyuvo a mejorar en nivel de vida de sus asociados, en todos los lugares pudo dar respuesta a diversas demandas de las comunidades y ha demostrado que es la forma más apreciada por la sociedad para soluciones prontas y de largo aliento en la humanidad.

 

Así las cosas, la economía social y solidaria tiene una excelente oportunidad si se enfoca a lo que se denominan los sectores que configuran la economía de la vida:

  1. La salud de la población asociada
  2. La higiene, para prevenir tanto mal que nos agobia.
  3. La educación virtual con énfasis en recuperar la identidad de nuestra doctrina social y solidaria
  4. Las TICSs y la digitalización de todos los  procesos, entre ellos los que tienen que ver con la logística y los delivery.
  5. La agricultura. Promoción de la Agricultura agro ecológica.
  6. Generación Energías renovables
  7. La alimentación
  8. Comercio justo
  9. Consumo responsable
  10. Finanzas Éticas
  11. Fomento a la equidad de Genero
  12. Búsqueda de políticas públicas que impulsen, fortalezcan y fomenten las organizaciones de la economía solidaria.

 

Y como eje transversal promover masivamente las REDES DE COLABORACIÓN SOLIDARIA a nivel local, desde las bases con énfasis en el sector rural y agrícola.

Estas acciones son las que desde la Red intercontinental de promoción de la economía social y solidaria consideramos podemos liderar y trabajar para cuidar el planeta y poner en el centro de todas las actividades a las y los pobladores se nuestro globo terráqueo, toda vez que el camino es la economía solidaria.

 

Por Salomón Sotelo Castiblanco, Director Cincop y miembro del CDR  RIPESS LAC