Urgenci, como miembro temático de la coordinación del Consejo de Administración de RIPESS Intercontinental, participó en el Foro Global de Economía Social y Solidaria (GSEF) celebrado en Burdeos a finales de octubre, así como en la reunión previa del Consejo de Administración y en el encuentro con las alianzas WSM, INSP!R y WIEGO.

La primera intervención estuvo a cargo de Adriana Bezarra Cardosa, brasileña que trabaja con Transition Minett en Luxemburgo y miembro de RIPESS Europa. Explicó con claridad el impacto de la movilización ciudadana en las políticas públicas desde la década de 1990 en Brasil, que han apoyado la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación. Mostró cómo la ciudadanía puede influir de manera favorable en las políticas nacionales que garantizan el acceso a alimentos saludables, superan la inseguridad alimentaria y apoyan la democracia alimentaria. Estas iniciativas han inspirado proyectos europeos de Seguridad Social Alimentaria.

Jean Rossiaud, de APRES-Genève y también miembro de RIPESS Europa, presentó los proyectos experimentales de Seguridad Social Alimentaria de Ginebra: «Caisse genevoise de l’Alimentation (CALIM)», (Caja de Alimentación de Ginebra), en marcha desde el 1 de octubre de 2025. Explicó que Ginebra tiene una economía de dos niveles: la de las organizaciones internacionales y de la ONU, con salarios elevados, y otra menos visible que incluye a muchas personas que luchan por alcanzar la seguridad alimentaria. CALIM desmercantiliza los alimentos orgánicos frescos y los hace asequibles para les participantes. El Mouvement pour une agriculture paysane citoyenne (MAPC), fundado por los Jardins de Cocagne en 1978, lidera el proyecto CALIM, con apoyo de una amplia coalición de organizaciones y financiación de la ciudad de Ginebra. Gracias a la cartera de moneda local, se ha creado un sistema de Seguridad Social Alimentaria que garantiza alimentos orgánicos frescos accesibles. Esta coalición logró consagrar el derecho a la alimentación en la Constitución de Ginebra tras un referéndum, un ejemplo notable de democracia directa en Suiza.

Françoise Follet-Sinoir es ahora una productora jubilada de la AMAP (Association pour le Maintien de l’Agriculture Paysanne) en Villelaure-Vaucluse (Región PACA), cerca de Cadenet, en Francia. La granja está ahora a cargo de su hija. Es miembro de la AMAP de Provenza desde 2003. Esta red es miembro de Urgenci y del MES (Mouvement pour l’économie sociale et solidaire). El MES también forma parte de RIPESS Europa. Françoise habló sobre el proyecto https://leclacdecadenet.ouvaton.org/local de seguridad social alimentaria de Cadenet y sobre la importancia de la seguridad social alimentaria para proporcionar y garantizar la estabilidad del mercado y los ingresos de les productores agrícoles campesines, algo que a menudo se pasa por alto. El proyecto de seguridad social alimentaria de Cadenet es uno de los más antiguos de Francia. La combinación de proyectos de agricultura apoyada por la comunidad y de seguridad alimentaria proporciona un nivel general de seguridad alimentaria, soberanía alimentaria y economía social y solidaria tanto para les productores como para les consumidores. Françoise también ha trabajado en este tema en la comisión territorial nacional del CIVAM .

Drazen Simlesa, un agricultor conservador de semillas y académico independiente de Croacia, es el coordinador general de RIPESS Europa. Informó de la importancia de la próxima campaña europea «Good Food for All» (Buena alimentación para todos), en la que Urgenci y RIPESS presionarán a la Comisión Europea sobre la necesidad de sistemas alimentarios locales sostenibles y la disponibilidad y asequibilidad de alimentos saludables. La política «De la granja a la mesa», en la que todes hemos trabajado duro durante muchos años y que ahora ha quedado archivada, ha creado una mayor vulnerabilidad en toda la Unión Europea, con un 25 % de la población de los países desarrollados que sufre inseguridad alimentaria, según el informe anual SOFI de la FAO.

Por último, David Glory, becario posdoctoral de antropología de la Universidad de Burdeos y que ha llevado a cabo un estudio sobre la seguridad social alimentaria, recordó a la audiencia las condiciones necesarias en los proyectos de FSS, de los que ahora hay alrededor de 60 fondos, y 100 que implican la democracia alimentaria sin llegar necesariamente a los fondos de seguridad social alimentaria (según el colectivo nacional). La clave de este nuevo pilar de la protección social es el hecho de que los miembros pagan contribuciones voluntarias a los fondos. Estos fondos también reciben dinero de las autoridades locales. La participación de las autoridades locales es fundamental, ya que existe una descentralización general de los fondos nacionales que se utilizan. La legislación marco nacional también es esencial. Se aplican otras condiciones al lugar donde se puede gastar el dinero recibido: en tiendas cooperativas, puestos de alimentos ecológicos o en grupos de agricultura apoyada por la comunidad (AMAP). Por lo general, no se aplica ningún límite máximo a los ingresos de les participantes.

En Francia, la legislación marco sobre la economía social y solidaria se introdujo en 2014. El pasado mes de febrero, el diputado ecologista del Parlamento francés, Boris Tavernier, intentó introducir una legislación sobre la seguridad social alimentaria, pero no lo consiguió. Sin embargo, es de esperar que la FSS acabe siendo reconocida como la importante herramienta que representa para garantizar el derecho humano a una alimentación saludable para todes.