En el Día Internacional de las Mujeres queremos celebrar, como hacemos hace más de 25 años cada día, la igualdad, la diversidad y la idea de que todo lo que somos (nuestro género, etnia, religión, sexualidad,…)  puede hacernos susceptibles de privilegios y/u opresiones. Desde RIPESS nos posicionamos contra el extractivismo, el colonialismo y el expolio de los bienes y de las personas que hoy más que nunca sufre nuestro mundo: Somos antimilitaristas y anticolonialistas, ¡Somos feministas! Porque las mujeres sufren estas capas de opresión de manera más fuerte. Porque a los problemas del mundo hay que sumarle los que sólo nosotras sufrimos: las violencias, acosos y maltratos tanto sexuales como obstétricos, las opresiones patriarcales, que en entornos militarizados, coloniales, expoliados, se afianzan y profundizan.

Este #8M  ponemos el foco en los cuidados, el centro de la Economía Social Solidaria. El cambio de paradigma por el que trabajamos desde RIPESS en todos los continentes del mundo pone a la vida, al planeta y a las personas en el centro. Cuidamos la vida, cuidamos el planeta y cuidamos a las personas desde un modelo diferente y alternativo al neoliberalismo imperante; que ha llevado tanto a la naturaleza como a las mujeres y al resto de seres vivos a las innumerables crisis que vivimos hoy en día. Nuestro modelo está basado en la cooperación, el feminismo, el compromiso con los cuidados, el medio ambiente, la justicia climática y el trabajo decente. Una forma de organización que ya funciona en todo el mundo, y que da respuesta a las crisis poniendo la vida, frente al capital, en el centro; una manera de hacer activismo ante las opresiones que sufre el mundo y las personas que lo poblamos.

 El trabajo de cuidados y los cuidados en sí se refiere a las actividades que garantizan la reproducción y el soporte vital. El cuidado de personas con especificidades diversas, las actividades cotidianas del ámbito doméstico comunitario garantizando el mantenimiento de la vida en condiciones adecuadas; la cocina y la limpieza.

Definición incluida en el documento temático de la PGDC “Ciudades y asentamientos humanos con economías diversas e inclusivas”

Desde Diciembre del año pasado, y como novedad, en RIPESS Intercontinental, hemos iniciado una Comisión Intercontinental de Género en la que mujeres y personas LGTBIQ+ de toda la red pueden formar parte y así no sólo compartir herramientas feministas, protocolos antiacoso, problemáticas de abusos, preocupaciones, cuidados entre nosotrxs y, por supuesto, alegrías; sino también ofertas de financiación en temáticas de género, ofertas de trabajo especializado y llamados internacionales. Es un espacio seguro en el que destacamos no sólo la horizontalidad del movimiento, donde todas participamos de igual a igual, sino la importancia de que si nosotras paramos, todo se para!

Somos las mujeres, en nuestra diversidad  de saberes, experiencias y prácticas, quienes mayoritariamente trabajan en entornos de Economía Social Solidaria y por el cambio.

Nos inspiramos en el Buen Vivir, que desde los pueblos originarios de Latinoamérica trae la idea de cuidar la comunidad y la PachaMama. En su cosmología, el Buen Vivir aboga por la igualdad de todas las personas en su objetivo de vivir bien sin opresiones ni dañarnos unxs a otrxs.

Miramos a la Economía de Cuidados, que pone en valor el trabajo de cuidados, menospreciado en el mundo entero, a menudo infra pagado, encargado a la mujeres, las niñas, a menudo de orígenes étnicos y sociales más desfavorecidos. Las niñas tienen el acceso limitado a la educación, y las personas migrantes, gran mayoría de lxs trabajadorxs de cuidados, a veces no conocen sus derechos. Un gran porcentaje se encuentra en el mercado informal, sin protección social ni puestos de trabajo dignos. Hay ejemplos de lucha contra esta situación dentro de la Economía Social Solidaria, donde se las reconoce como trabajadorxs esenciales: en Latinoamérica, como vimos con Ernestina Luján del Perú; o en Catalunya, España, donde según Economistas sin Fronteras, las mujeres dedican 15h semanales más que los hombres al trabajo doméstico y cuidado de las criaturas.Ahí, Mes que Cures, una cooperativa de mujeres migrantes, se organizan en red para formarse en materia de cuidados, y luego encontrar empleos dignos.

Reconocer, reducir, redistribuir, remunerar y representar el trabajo de cuidados son las cinco metas que se postulan para avanzar hacia la Sociedad del cuidado, según la OIT. RIPESS también trabaja por ello.

Fuente de la imagen: Día Internacional de la Mujer 2024 – Derecho a la Ciudad de la Mujer: ¡Construyamos Ciudades Cuidadoras! – Right to the city (right2city.org)

Fuente: Día Internacional de la Mujer 2024 - Derecho a la Ciudad de la Mujer: ¡Construyamos Ciudades Cuidadoras! - Right to the city (right2city.org)

Bebemos también del Ecofeminismo, luchando contra el patriarcado desde nuestras propias entidades, redes y organizaciones. Se entiende como “un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y la subordinación y la opresión de las mujeres. Emergió a mediados de los 70, junto a la Segunda Ola del feminismo y el movimiento verde. El ecofeminismo une elementos del feminismo y del ecologismo, pero ofrece a la vez un desafío para ambos. Del movimiento verde toma su preocupación por el impacto de las actividades humanas en el ecosistema y del feminismo toma la visión de género de la humanidad, en el sentido que subordina, explota y oprime a las mujeres” (Alicia Puleo). Basándonos en este punto de vista, RIPESS cree en la emancipación feminista de lxs sujetos oprimidos por el patriarcado para así poder llevar a cabo la transición ecosocial en todos los rincones del mundo. 

Está pasando, mientras luchamos contra la desigualdad socioeconómica y la persistencia de la pobreza mediante el trabajo digno y la protección social. Está pasando mientras eliminamos los patrones culturales patriarcales discriminatorios y violentos y el predominio de la cultura del privilegio, mediante organizaciones empresariales igualitarias, feministas, horizontales y en las que la democracia directa funciona. Está pasando, mientras abogamos contra la división sexual del trabajo y la injusta organización social del cuidado, y creamos estructuras mixtas y dignas para que lxs trabajadorxs de los cuidados se sientan dignificadxs. Pasa mientras hacemos incidencia a nivel local, regional, estatal e  intercontinental para revertir la concentración del poder y las relaciones de jerarquía en el ámbito público.

Aunque esté pasando, no somos suficientes. Las millones de personas que seguimos luchando porque aún más entiendan que la Economía Social Solidaria es un movimiento abierto, solidario, feminista y que busca erradicar las opresiones que tanto mujeres, niñas, personas LGTBIQ+ y otras diversidades de género atraviesan, seguiremos reivindicando todo lo que sumamos. Seguiremos poniendo en práctica desde nuestro día a día la mirada de género antipatriarcal, interseccional y diversa que la ESS aporta.