La Asian Solidarity Economy Council (ASEC) organizó un workshop sobre “Explotar el potencial de la Economía solidaría para los ODS» en el Asian Pacific People Forum on Sustainable development el 26 de marzo de 2018 en la Universidad de Chulalongkorn, Bangkok, Tailandia (ver el programa completo).

Alrededor de 20 personas de varias organizaciones de la sociedad civil, provenientes de once países asiáticos se reunieron en esta sesión que fue moderada por  Datuk Dr Denison Jayasooria, quién es el Presidente de ASEC – RIPESS ASIA y quien es un Malasio con el Instituto de Estudios Étnicos, Universidad Nacional de Malasia (UKM). En su discurso de apertura destacó los vínculos claros entre los conceptos de la ESS y los valores centrales de los ODS (Personas, prosperidad, planeta, paz y colaboraciones). Señaló que la discusión probaría de conceptualizar sobre esos términos, así como mencionar estudios de casos específicos que abordan el ODS 11 sobre el sector informal en las ciudades, y el ODS 15 sobre comunidades rurales basadas en los bosques.

El Dr. Ben Quinones, antiguo presidente de ASEC, se dedicó a los cinco principios clave de la ESS, a saber: la gobernanza socialmente responsable, la edificación de los valores étnicos, el desarrollo social y finalmente la sostenibilidad económica y financiera. Ilustró estos principios con el uso de un caso concreto de una empresa comunitaria de Filipinas. También se dedicó a una serie de ideas desafiantes, como son la cooperación frente a la competencia, el respeto a todos frente al privilegiado de pocos, la diversidad frente a la uniformidad y finalmente las personas frente al beneficio. Varios participantes querían una comprensión más clara sobre las similitudes y diferencias entre los términos de social business, empresas sociales y el emprendimiento social con la economía solidaria. El Dr. Ben explicó que había una similitud con respecto a la dimensión empresarial de hacer negocios, sin embargo, no era para hacer beneficios personales. A diferencia, la dimensión de solidaridad, incluía la participación directa de la comunidad en la toma de decisiones y la distribución de riqueza, y era un factor diferencial clave. También destacó la dimensión de la cadena de valor, así como los aspectos territoriales de la ESS.

La Sra. Poonsap Tulaphan (Homenet Tailandia), destacó cómo el sector informal en la ciudad de Bangkok se organizó a través de una sociedad de miembros para mejorar las empresas cuyo trabajo está basado en el hogar. Trabajaron para mejorar el estándar laboral y trataron de influir en las políticas públicas relacionadas con el trabajo. Ahora tienen 5.000 miembros en Homenet y colaboran con 10.000 trabajadores informales, incluidos 500 trabajadores emigrantes.

El Sr. Mohan Lal Dangi (Prayatna Samiti, India) compartió la lucha de agricultores y sociedades tribales en 120 aldeas con más de 50000 personas involucradas en este proyecto. Están trabajando en tierras comunales ya que muchos carecen de tierras. También promueven el trabajo en grupos de autoayuda con la movilización de 3000 mujeres. Buscan garantizar que las mujeres tengan un lugar en las reuniones de la aldea y que sus opiniones estén tomadas en cuenta. Un obstáculo importante que enfrentan va relacionado con los prestamistas, una esclavitud socioeconómica que los grupos de autoayuda buscan romper. Observó positivamente que con la promulgación de la Ley de Derechos Forestales de 2006, esas personas ahora tienen acceso al bosque que previamente les fue negado. Más de 2000 personas ahora han obtenido permisos para aprovechar del bosque y de sus productos comunitarios.

El Sr. Gomer Padong (Red de Empresas Sociales de Filipinas) presentó el proyecto de ley sobre emprendimiento social, actualmente en deliberación en el Congreso filipino. Ha proporcionado un espacio para que las organizaciones de la sociedad civil participen activamente y ha consolidado el trabajo de las empresas sociales de cara a tener una economía  más sostenible. Las políticas públicas son una dimensión clave del trabajo de incidencia, de modo que el gobierno reconozca el tercer sector y asegure que estas empresas alternativas estén bien reguladas y respaldadas.

El Dr. Denison Jayasooria (Malasia) destacó la economía de las comunidades forestales de Rungus en Gumantong Hill, Kudat, Sabah, Malasia. El departamento de silvicultura entregó 590 hectáreas del bosque a las 13 aldeas al pie de la colina como un proyecto forestal comunitario. Los líderes locales han formado un comité entre los pueblos. Ahora garantizan la conservación, la prevención de la caza ilegal y el robo de madera. También emprenden actividades sociales responsables con los bosques, tales como la escalada guiada, el estudio de la biodiversidad, la cría de abejas en el bosque para la miel silvestre, así como proyectos de ecoturismo. Por lo tanto, las comunidades locales están llevando a cabo la conservación y la generación económica de manera sostenible.

La discusión de dos horas fue de hecho un momento fructífero ya que el workshop pasó de definir las problemáticas a ilustrar cómo y qué está haciendo la gente «común» en Asia para cambiar su situación y su destino. En definitivo, esas comunidades han demostrado una gran capacidad de resiliencia y están creando riqueza desde la base. Sin embargo, es necesario que las instituciones públicas reconozcan que estas personas no son beneficiarias de una asistencia social pasiva, sino que trabajan arduamente para crear economías alternativas más justas y equitativas, compartiendo los frutos de su trabajo y la ganancias entre todos.