2025 fue un año de trabajo intenso, de desafíos profundos y de aprendizajes colectivos para la Economía Social Solidaria. En medio de un escenario global atravesado por crisis, desigualdades y retrocesos, la ESS volvió a mostrarse como lo que es: una práctica viva, una apuesta política y una forma concreta de cuidar la vida y sostener la dignidad de los pueblos.
A lo largo de este año, desde RIPESS caminamos junto a organizaciones, movimientos, comunidades y redes de todo el mundo. Tejimos alianzas, alzamos la voz en espacios internacionales, fortalecimos procesos territoriales y seguimos defendiendo economías basadas en el cuidado, la solidaridad y la justicia social.
Este mensaje de fin de año reúne ese camino recorrido. A través del video y de las palabras de la Secretaría General, compartimos algunos de los hitos, encuentros y aprendizajes que marcaron el 2025, con la convicción de que la transformación se construye colectivamente y desde abajo.
Mensaje de la Secretaría General de RIPESS
Al cerrar este 2025, un año intenso, desafiante y profundamente transformador, desde la Secretaría General de RIPESS queremos agradecer a todas las organizaciones, redes, colectivos, movimientos y personas que forman parte de esta gran comunidad global de la Economía Social Solidaria (ESS). Su compromiso, su creatividad y su lucha cotidiana son el corazón que mantiene viva esta red que no se rinde, que sigue articulando esperanzas y prácticas concretas de otro modo de habitar y organizar el mundo.
2025 no ha sido un año cualquiera. Ha sido un año de reafirmaciones y de avances reales, de aprendizajes, de confrontaciones políticas y de construcción. Hemos hecho visible la ESS en espacios internacionales donde antes no se escuchaba nuestra voz; hemos impulsado políticas en distintos territorios que reconocen el valor de las economías centradas en el cuidado y no en el lucro; hemos fortalecido vínculos entre movimientos sociales, cooperativas, comunidades indígenas y campesinas, organizaciones feministas, colectivos juveniles y redes de trabajadores y trabajadoras de todo el mundo. Cada acción, cada encuentro, cada alianza tejida durante este año nos acerca un paso más a ese horizonte común de justicia social, económica y ambiental.
Pero sabemos que nuestros avances no se dan en un vacío. El contexto global se agrava: guerras, crisis alimentarias, desplazamientos forzados, negacionismo climático y el desmantelamiento del sistema multilateral amenazan las bases de la convivencia humana y la sostenibilidad de la vida. Frente a esta realidad, la Economía Social Solidaria emerge no solo como alternativa, sino como una vía urgente para reorientar el rumbo del planeta. La ESS no es un pequeño margen de resistencia; es una fuerza social y política que demuestra que otras formas de producir, distribuir, cuidar y decidir colectivamente ya existen, y que funcionan.
No aceptamos que se normalice la desigualdad, ni que se invisibilicen los trabajos de cuidados que sostienen la vida. No aceptamos que la democracia se reduzca a un ejercicio vacío, mientras los pueblos pierden el poder de decidir sobre sus recursos, sus territorios y su futuro. Por eso, seguiremos fortaleciendo la ESS no como un sector, sino como un movimiento político y transformador; una red de esperanzas tejidas desde abajo, por quienes imaginan y practican economías en plural, que defienden los bienes comunes, la soberanía alimentaria, la justicia climática y la dignidad de las personas.
Durante 2025 impulsamos espacios de diálogo intercontinental, fortalecimos nuestra incidencia ante organismos multilaterales y articulamos voces diversas en torno a una agenda compartida de transiciones justas. Apostamos por construir puentes entre agendas —la feminista, la ecológica, la campesina, la cooperativa y la comunitaria— porque sabemos que la transformación será colectiva o no será.
Sabemos que el camino no es fácil. Las resistencias institucionales, la falta de financiamiento y los intentos de cooptación o mercantilización de la ESS son reales. Pero también lo es nuestra capacidad de organización, nuestra convicción política y nuestra solidaridad entre territorios. Si algo nos enseñó este año es que la ESS se mantiene viva porque se nutre de la experiencia de miles de personas que creen en la posibilidad de vivir de otra manera y no están dispuestas a renunciar a ese sueño.
Desde RIPESS seguiremos tejiendo redes globales, fortaleciendo capacidades locales, impulsando políticas públicas coherentes con el bien común y promoviendo mecanismos financieros que no reproduzcan dependencia sino autonomía y soberanía económica. Creemos que el cambio estructural necesita articulación y coherencia: entre lo global y lo local, entre el discurso y la práctica, entre las comunidades y las instituciones.
Al despedir este 2025, agradecemos cada paso compartido, cada lucha sostenida, cada proyecto que nació o resistió. Gracias por caminar a nuestro lado, por construir movimiento y esperanza.
Que el 2026 nos encuentre más unidas, más decididas, más rebeldes ante la injusticia y más comprometidas con ese horizonte común: un mundo donde la economía sirva para cuidar la vida, y no para destruirla.
Sigamos construyendo un futuro de solidaridad, de justicia y de dignidad.
Porque el futuro, si es solidario, ¡será!
Con nuestros mejores deseos y con la fuerza de la esperanza colectiva,
Secretaría General de RIPESS
Sandra Moreno Cadena e Isabel Pascual Díaz


